QUIENES SON LOS AMISH?
QUIENES SON LOS AMISH?
Hablamos de una comunidad estrictamente religiosa con unos 250.000 miembros, y para bien o para mal, viven de acuerdo a sus normas morales. Como Evangélicos que son, se consideran cristianos pero escindidos de la Iglesia Católica. Tienen una forma de vida austera y alejada de los lujos y de todo lo que ellos consideran ostentación o una imagen incorrecta de cómo debe ser la vida en el Mundo.
Miembros de la comunidad religiosa amish pasean por los jugados de Cleveland, Ohio
Miembros de la comunidad religiosa amish pasean por los jugados de Cleveland, Ohio
Provienen de la idea de dos hermanos suizos que fueron los ideólogos de esta Sociedad que tuvo bastante éxito a lo largo del Rhin, y fue avanzando hacia el norte con muchos seguidores en las zonas fronterizas entre Holanda y Alemania. A partir del siglo XIX se empiezan a plantear si el progreso y las normas de la sociedad son aceptables para ellos, y en concreto, en Ohio hubo una gran concentración en 1860 donde se abordó como tenían que afrontar el progreso y la tecnología, todo lo material que les alejaba de lo que ellos consideraban que era el mundo natural, alejado de la Sociedad Capitalista. A partir de ese momento, un grupo muy notable decide el mantener esa vida como si de repente hubieran detenido el tiempo.
El uso generalizado de la barba entre los hombres (sobre todo cuando se casan) se debe a la modestia, no es obligatorio, pero es un símbolo para ellos. Hay una premisa fundamental en estas personas, y que es común a todos ellos independientemente de las normas de cada comunidad. Y esa premisa es que ninguno debe destacar sobre los demás, porque se considera algo erróneo, malo y perjudicial para la comunidad. Cualquiera que conozca Estados Unidos y los países Escandinavos se habrá dado cuenta que en los sectores rurales tienen un enorme arraigo a la vida comunitaria, que son personas que viven con su familia pero trabajan en equipo. Tienen tendencia a la soledad, pero colaboran de una manera intensísima para que la comunidad funcione, y todos toman parte en las decisiones comunales.
Las muñecas amish no tienen rostro
Las muñecas amish no tienen rostro
Hablábamos de la peculiaridad de la barba, pero sin embargo nunca veremos a un Amish con bigote ni llevando botones, y esto es debido a que durante los siglos XVI y XVII fueron perseguidos por los militares (esa manía de perseguir y hostigar a una sociedad pacifista); y cualquier cosa que les recuerde a la vida militar, a la disciplina y a la represión que ellos sufrieron por sus ideas religiosas, la rechazan de plano.
Entre sus virtudes podemos destacar que son una comunidad religiosa que no hace daño a nadie. No tienen ninguna reivindicación, no procuran ninguna agresión a persona alguna. Y esto es algo que a sus vecinos siempre les ha puesto “enfermos”. Por ejemplo, los Amish pagan los impuestos de los Estados Unidos, los federales y los estatales, sin embargo no piden nada, absolutamente ningún recurso, ni medicinas, ni ayudas públicas, ni infraestructuras. Un ejemplo es que pagan con sus impuestos las escuelas del Condado de Lancaster, a las que no van ninguno de sus hijos.
El lado oscuro de los amish
Las cámaras de Discovery MAX se adentran en el interior de la comunidad Amish de Lancaster (Pensilvania), una de las más antiguas de EE UU, donde un grupo de hombres armados ejecutan su particular manera de entender la ley y la justicia.
Ellos son los encargados de proteger y mantener la paz y el orden en una comunidad que en 2006 saltó a los medios de comunicación tras producirse un tiroteo en su escuela infantil. Un camionero mató a cinco niñas pequeñas e hirió a otras tantas en lo que fue el máximo exponente de la vulnerabilidad diaria en la que viven estas comunidades.
Amish Mafia va más allá de los consabidos coches de caballo, sombreros de paja y quinqués de gas. La vida tranquila y la paz del campo tienen en Lancaster un precio que se paga muy caro. Y el encargado de cobrarlo es Lebanon Levi, el “protector” de la comunidad. Su lema es “mi trabajo consiste en mantener la paz y hacer que se cumplan las reglas” y, si esto fuera el viejo Oeste, Levi sería el sheriff, el juez y el verdugo. Convencido de que su obligación es salvaguardar los principios de moralidad e integridad entre los miembros de su comunidad que se denuncian unos a otros por comportamientos indecorosos, su prioridad es asegurar la ausencia de intrusos y objetos del “exterior”.
Por supuesto, su trabajo no lo realiza solo. Le acompaña una banda en la que no falta el matón, el cerebro y el aspirante a heredar el puesto de Levi. Ellos se encargan del trabajo sucio, del que la influyente iglesia Amish no puede ocuparse, para proteger a sus vecinos de sí mismos. Cómo lo hacen no es problema de nadie. Cuando nadie mira organizan cacerías humanas, participan en peleas en graneros y tienen fuertes enfrentamientos con otras congregaciones por ser la comunidad más poderosa.
Esta es una parte de la sociedad Amish que siempre ha permanecido oculta, incluso para gran parte de sus miembros. De hecho, la Iglesia de la congregación niega la existencia de este grupo mafioso. Amish Mafia’ofrece un testimonio de algunos incidentes, delitos y fechorías que se suceden en el interior de esta supuestamente pacífica comunidad.
Fte; EL PAÍS
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