POBLADO ÍBERO, CASTELLAR DE MECA, ESPAÑA
POBLADO ÍBERO DE CASTELLAR DE MECA, AYORA, VALENCIA, ESPAÑA
(Estas aficiones van a acabar conmigo)
(Estas aficiones van a acabar conmigo)
Toda una aventura llegar hasta la zona, con curiosidad, con ganas y emoción, lo que no esperábamos era encontrar a unos 5 kilómetros antes, esas mismas marcas del paso de carros en una zona totalmente plana y al lado de la carretera aunque cubiertas por maleza. Por supuesto paramos a mi grito de...Mira!!!.
Para llegar hay que dejar el coche en un aparcamiento y seguir andando, siempre en subida, lo que no esperas es que la subida es bastante dura una vez llegas a la falda del monte, donde te recibe una fuente para que te vayas preparando.
Seguimos hacia adelante y vemos trozos de cerámica en el suelo bastante dispersos y de diferentes calidades; la roca es arenisca y caliza, así que las huellas del paso de los carros debieron hacerse sobre lodo, aunque claro, ahí está el misterio, hay varias cosas que no cuadran porque para que haya tomado el aspecto compacto y solidificado que tiene ahora debieron de pasar miles de años-sin contar la erosión-. Vimos que efectivamente las huellas son de carros que llevarían el grano y el fruto de los viñedos hacia la parte superior del monte, que serviría de granero y a la vez de recolector de agua, eso se aprecia por la cantidad de aljibes (mas de 100) perforados en la roca o aprovechando y modificando los agujeros naturales ya existentes. También se puede ver como en los "caminos de carros" se aprecian canales de agua que van a parar a los aljibes. Los caminos en algunos lugares son muy profundos mientras que en otros casi se pierden de vista por debajo de la tierra o a su mismo nivel. Emocionante es poco, lo que se siente al ver la zona es orgullo y sorpresa por ver la capacidad de nuestros antepasados en adaptar el medio para no solo la supervivencia, sino para una vida cómoda y ventajosa. Pese al cansancio, agotamiento mas bien, y las ganas de morirte o quedarte allí sin dar un paso mas, siempre ves algo nuevo que llama tu atención y saltas sin querer y tienes que ir a ver que es: hay cuevas, refugios, dormideros de jabalíes, huesos fosilizados posiblemente de la caza en la zona, fósiles marinos y mas trozos de cerámica, algunos con dibujo, otros lisos y con diferentes tipos de cocción (os paso las fotos que hicimos mi chico y yo). Algo gracioso: se dice que el lugar no es apto para visitas de la 3ª edad, y claro, como una no se considera de "esa" edad, pues allá que va y arrastra al pobre marido...da igual, os juro que vale la pena aunque luego te pases una semana con agujetas. Hasta aquí mi experiencia personal que se queda muy corta, lo que sigue es lo que cuentan...Ahhh, prestad atención a las fotos
El poblado ibérico Castellar de Meca, cuya época corresponde al ibérico (siglos V-II a. C.), y también al bronce, romano, islámico, medieval, se localiza en el término municipal de Ayora, en la comarca de El Valle de Ayora-Cofrentes (Provincia de Valencia, España), sobre un largo cerro denominado Mugrón de Meca (Sierra del Mugrón), dentro de la finca denominada "Casas de Meca".
Está declarado Bien de Interés Cultural desde el 3 de junio de 1931. Identificador otorgado por el Ministerio de Cultura: RI-550000053.1
Historia
Las ruinas del Castellar de Meca aparecen como conocidas en documentos de autores como Escolano, Cavanilles, Pierre Paris, Schulten, y especialmente por Julián Zuazo, entre otros.2 Este yacimiento muestra evidencias de ocupación desde la edad de Bronce ( siglo VI a.C.), los Íberos ( siglos IV- III a.C.) y los romanos (siglos II- I a.C. ) hasta la edad Media (siglo XII).23
Las ruinas del Castellar de Meca aparecen como conocidas en documentos de autores como Escolano, Cavanilles, Pierre Paris, Schulten, y especialmente por Julián Zuazo, entre otros.2 Este yacimiento muestra evidencias de ocupación desde la edad de Bronce ( siglo VI a.C.), los Íberos ( siglos IV- III a.C.) y los romanos (siglos II- I a.C. ) hasta la edad Media (siglo XII).23
Detalle del camino de acceso
Las ruinas se consideran pertenecen a un poblado Ibérico ocupando aproximadamente 15 hectáreas. A simple vista se pueden ver sus antiguas murallas que servían de defensa a esta población, pero además por las características del terreno, estas también forman parte de una fortaleza natural, situándose a unos 1218 metros de altura sobre el nivel del mar en su punto más elevado.4 Se encuentra en una meseta del monte, con un único acceso, y por el que posiblemente los íberos trazaron un camino, el llamado Camino Hondo (que hoy aún conserva importantes vestigios de las huella dejadas por las ruedas de los carros, y pequeñas cavidades, donde ponían el pie las bestias que transportaban sus cargas), que unía la ciudad- fortaleza con el llano. De esta época íbera son también los restos de casas excavadas en la roca así como los aljibes.
Las ruinas se consideran pertenecen a un poblado Ibérico ocupando aproximadamente 15 hectáreas. A simple vista se pueden ver sus antiguas murallas que servían de defensa a esta población, pero además por las características del terreno, estas también forman parte de una fortaleza natural, situándose a unos 1218 metros de altura sobre el nivel del mar en su punto más elevado.4 Se encuentra en una meseta del monte, con un único acceso, y por el que posiblemente los íberos trazaron un camino, el llamado Camino Hondo (que hoy aún conserva importantes vestigios de las huella dejadas por las ruedas de los carros, y pequeñas cavidades, donde ponían el pie las bestias que transportaban sus cargas), que unía la ciudad- fortaleza con el llano. De esta época íbera son también los restos de casas excavadas en la roca así como los aljibes.
La ciudad ibérica desapareció con la conquista de los romanos, aunque la influencia ibérica se mantuvo durante un tiempo. En la zona occidental se observan restos de una torre romana, no hay constancia de que hubiera elementos arquitectónicos, aunque sí se hallaron sillares de varios tamaños bien labrados.3
La población fue creciendo y extendiéndose por las laderas, sobre el camino íbero inutilizado, construyéndose habitaciones medievales rectangulares. Se sabe que en el siglo XV la ciudad estaba desierta, lo cual puede deberse al brote de peste negra que sufrió la zona a mediados del siglo XIV.
Camino interior
La planta del yacimiento tiene unas 15 Ha, con un extensión de unos 800 m en dirección Este-Oeste. Murallas ciclópeas, numerosas cisternas y casas talladas en la roca. Cerámicas ibéricas, romanas, islámicas. El denominado Camino Hondo, con una pendiente del 30 % constituye una asombrosa obra de ingeniería prerromana. En el último tramo, la roca está excavada 4,30 m. con una anchura de 1,93-2,15 m. Para superar la pendiente se alargó el recorrido y obligó a realizar una cerrada curva para cambiar el sentido del camino hacia el centro de la ciudad. El suelo, sobre roca viva, presenta profundas rodaderas como consecuencia del paso de las ruedas de carro durante 1500 años.
En los laterales se aprecian unas hendiduras en la piedra que presumiblemente servirían para introducir trancas de madera y sujetar así las ruedas evitando el deslizamiento por la pendiente. En la meseta se pueden observar habitaciones excavadas en la roca, escaleras, y numerosos depósitos (más de 100), el mayor llamado "El Trinquete" de 29 x 5 m, con una profundidad estimada de 14 m (más de 2000 m3). No todos los depósitos serían aljibes, ya que algunos pudieron ser utilizados como graneros o almacenes.
Existen restos de muros de difícil datación, ya que el poblado estuvo habitado hasta época medieval (posiblemente hasta los siglos XIII-XIV). Al oeste de la denominada "Cueva del Rey Moro" se encuentra la fuente, con su caño original que ha sufrido una modificación, y en la que se aprecian unas escaleras excavadas de época ibérica, y algo más abajo el aljibe.
Las características del poblado sugieren que éste sería un gran almacén de productos agropecuarios que explicaría el camino de acceso para facilitar su transporte desde el llano. La construcción del camino y de los sistemas de almacenaje requiere de una clase dirigente con capacidad de organizar recursos y gestionarlos de forma eficaz. En épocas de depresión por malas cosechas o crisis, la defensa del lugar y sus recursos excedentarios almacenados en periodos de bonanza sería fundamental.
Vista parcial
Estas clases ibéricas dirigentes y un sistema económico bien organizado serían la base del desarrollo de la cultura ibérica desde el siglo V al III a. C., con su capacidad de crear monumentos funerarios, ricas necrópolis, santuarios y escultura, característicos de la zona. El Castellar de Meca sería un importante centro económico del que únicamente queda su esqueleto impreso en piedra. La excavación científica de la ciudad pondría de manifiesto, sin duda, que estamos ante una de las principales ciudades ibéricas.
Estas clases ibéricas dirigentes y un sistema económico bien organizado serían la base del desarrollo de la cultura ibérica desde el siglo V al III a. C., con su capacidad de crear monumentos funerarios, ricas necrópolis, santuarios y escultura, característicos de la zona. El Castellar de Meca sería un importante centro económico del que únicamente queda su esqueleto impreso en piedra. La excavación científica de la ciudad pondría de manifiesto, sin duda, que estamos ante una de las principales ciudades ibéricas.
Días de visita
En la actualidad este yacimiento arqueológico es propiedad privada. Los días de visita son los domingos de 9 a 14h.
En la actualidad este yacimiento arqueológico es propiedad privada. Los días de visita son los domingos de 9 a 14h.
Referencias
Volver arriba ↑ http://www.cult.gva.es/dgpa/bics/detalles_bics.asp…
↑ Saltar a: a b http://www.castellardemeca.es/historia.htm
↑ Saltar a: a b c d http://web.archive.org/…/desca…/25.castellar%20de%20meca.pdf
Volver arriba ↑ http://www.villadeayora.es/actividad…/Poblado-Ibero-Meca.php
Bibliografía
Broncano Rodríguez S. El Castellar de Meca. Ayora (Valencia). Textos. EAE, 1986.
Broncano Rodríguez S, Alfaro Arregui MM. Los accesos a la ciudad ibérica de Meca mediante sus caminos de ruedas. Servicio de Investigación prehistórica. Diputación Provincial de Valencia, 1997.
Ferrer i Jané, J., Lorrio, A. J., Velaza, J. Las inscripciones ibéricas en escritura suroriental del Castellar de Meca (Ayora), Paleohispanica 15, 2015, pp. 161-176.
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Bibliografía
Broncano Rodríguez S. El Castellar de Meca. Ayora (Valencia). Textos. EAE, 1986.
Broncano Rodríguez S, Alfaro Arregui MM. Los accesos a la ciudad ibérica de Meca mediante sus caminos de ruedas. Servicio de Investigación prehistórica. Diputación Provincial de Valencia, 1997.
Ferrer i Jané, J., Lorrio, A. J., Velaza, J. Las inscripciones ibéricas en escritura suroriental del Castellar de Meca (Ayora), Paleohispanica 15, 2015, pp. 161-176.
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